¿Por qué? Para que nuestro ego se vea disminuido y tengamos ocasión y tiempo de estar a solas con Elohím y le confesemos nuestros múltiples pecados/jatót y mandamientos que no hemos cumplido en estos últimos tiempos. Es un tiempo con Elohím para pedir misericordia por aquellos rasgos de carácter que no podemos sacudirnos de encima y que nos están trabando en nuestro desarrollo espiritual y mental y nos están impidiendo estar en Su Presencia.
Esto es algo que muchos no se dan cuenta: ¿por qué algunos judíos mesiánicos no cumplen las festividades que Elohím les ha dejado para guardar? Porque están en pecado—algunos sin darse cuenta—y ese pecado es precisamente lo que les ciega los ojos mentales de la comprensión, para que no vean el VERDADERO motivo por el cual no cumplen con Sus mandamientos: el pecado está reinando en sus vidas y no Elohím. Como dice el Rav Shául en Rom. 6:6-7: “sabiendo esto, que nuestro hombre viejo fue clavado en el tronco de árbol junto con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Porque el que ha muerto, ha sido hallado no culpable del pecado”.
Cuando NO morimos—todos los días—al mundo, estamos de nuevo bajo la enseñanza del pecado, sin quererlo, porque nuestro “viejo hombre” todavía vive y está haciendo su obra, que es pecar continuamente.
Este actuar es “normal” en el hombre “viejo”, como bien lo llama el Rav Shául. Para ESTE VIEJO HOMBRE es que se hizo Ióm ha Kipurím, para vaciarnos de todo aquello que nos está trabando de estar en Su Presencia, limpios. Lamentablemente, hay una constante en el carácter humano, que es hacer las cosas—DEMASIADO TARDE! Sólo comenzamos a hacer gimnasia—DESPUÉS de un infarto; sólo hablamos con nuestros hijos—DESPUÉS que se meten en problemas con el sexo opuesto o con otras personas; sólo vemos nuestra vida espiritual DESPUÉS que ya estamos por el suelo de mal. Muchos, si no todos nosotros, tendemos a esconder los problemas debajo de la proverbial alfombra, tratando de no pensar en ellos. PARA ESTE TIPO DE PERSONAS es que se ha instituido Ióm ha Kipurím. Para aquellos que NECESITAN un “golpe en el costado de la cabeza” como se titula un libro que tenemos: un golpe que nos haga recapacitar, parar nuestra rutina diaria y hacer lo que en el Judaísmo se conoce como “Jeshbón ha Néfesh/Recuento del Alma”; una evaluación de dónde estamos y de dónde Elohím desea que estemos; dónde vamos y dónde Elohím desea que vayamos; qué quiere Elohím que hagamos con nuestra vida y en cambio, qué estamos NOSOTROS haciendo con ella.
Sería bueno que en este día nos preguntemos cinco preguntas:
1. ¿Qué desea Elohím hacer con mi vida en estos meses siguientes? (Hagamos una lista de tres cosas CLAVES, MUY URGENTES O MUY IMPORTANTES que creemos o que sabemos que Elohím desearía cambiar en nosotros).
2. Tomemos una DECISIÓN firme de hacer algo PRECISO acerca de estas tres cosas.
3. HAGAMOS UN PLAN de cómo haremos para cumplirlas.
4. Pidamos en oración TODOS LOS DÍAS la ayuda de Elohim acerca de cada una de estas tres cosas claves, importantes o urgentes, que NO PUEDEN ESPERAR MÁS en nuestras vidas.
5. Revisemos cada shabát como estamos en cada uno de estos tres puntos y corrijamos lo que haya que corregir, para que el próximoIóm ha Kipurím nos tome mucho más limpios, más cercanos a Elohím que en esta ocasión.
Que el Rúaj de Elohím y el Kóhen ha Gadól/Sumo Sacerdote, Ieshúa ha Mashíaj(Heb. 8:1-7) nos ayude a cumplir nuestro Destino!
1 Se conoce (mal) como “Ióm Kippúr”, que es una expresión rabínica y no del Tanáj. Preferimos usar la expresión original del Tanáj en hebreo. "Kaparáh" viene de "Kapár"=cubrir; Ieshúa es nuestra Kaparáh quien cubre nuestros pecados.